jueves, diciembre 26, 2024

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Tanto la planta de Mérida como las de la península de Yucatán se plantean ser autofinanciables por medio de tres fuentes de financiamiento de la propia CFE y sus ahorros, por la disciplina financiera que impuso la dirección general de esta administración, señaló Miguel Reyes Hernández, director corporativo de CFE Energía, en rueda de prensa virtual.

Sin embargo, el proyecto todavía no pasa por el Consejo de Administración ni por los comités de obras, cuando se cumplan con esos trámites se licitará la obra.

La planta Mérida IV la anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en junio de 2019 y el 2 de febrero pasado dio el “banderazo” de arranque de la obra junto con el titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el gobernador Mauricio Vila Dosal.

Respecto al gasoducto que traerá mayor volumen de gas natural a Yucatán (pasaría de 240 millones de pies cúbicos diarios a 500 millones), el mismo funcionario aseguró que está en pláticas con la empresa Engie México, operadora del gasoducto Mayakán, para definir el contrato y la capacidad de suministro.

“Creamos la nueva dirección comercial que venderá el excedente de gas natural que recibimos de Estados Unidos, y junto con la Concanaco estamos convocando al sector empresarial para ofrecer el servicio de transporte y distribución”, dijo.

“Ya fuimos a Jalisco, pronto iremos a Monterrey y Mérida donde necesitan gas natural. Hoy el gas natural que recibimos de Estados Unidos es el más accesible y barato. Ya tenemos 60 solicitudes en todo el país y estamos buscando llevar este insumo al norte, bajío, occidente y el sureste”.

Reyes Hernández informó que ya concluyeron y están conectados al sistema nacional de gasoductos los 16 kilómetros de ductos del sistema Cuxtal-Mayakán, está por empezar el tema de la compresión del gas (en la estación de Cempoala), por lo que hay amplias expectativas de mejorar el abasto en esta región peninsular.

En la rueda de prensa se dijo que aunque los conservadores califican a la CFE como una empresa “chatarrizada, quebrada e improductiva”, por sus activos por 2.2 billones de pesos está en el “top 50” de las empresas más grandes de actividad económica en los mercados bursátiles.

Edmundo Sánchez Aguilar, director corporativo de Finanzas, afirmó que el total de los activos de las diferentes actividades productivas de la CFE suma 2.2 billones de pesos, con lo cual es la empresa más grande de México.

Además, suma 114 mil millones en dólares y eso coloca a la CFE dentro del “top 50” de empresas más grandes de actividad económica en uno de los mercados bursátiles más grandes del mundo, como el de Nueva York.

El director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, y sus directores corporativos ofrecieron la rueda de prensa virtual para precisar algunas informaciones de periódicos y portales de noticias nacionales sobre una revisión que realizó la Auditoría Superior de la Federación, en tonor a los contratos de gasoductos firmados en el anterior gobierno federal con empresas privadas, el combate a la corrupción y las fortalezas de la CFE.

Luego respondieron varias preguntas, entre ellas dos planteadas por el reportero del Diario: ¿Cuál es el avance en el gasoducto que debe beneficiar a Yucatán? y ¿Cuándo empieza la construcción de la planta IV en Mérida y si tiene presupuesto para 2021?.

Respecto a la auditoría de la ASF, Bartlett Díaz afirmó que la CFE no tiene daño patrimonial, al contrario, tiene ahorros millonarios con la renegociación de los contratos de gasoductos con empresas privadas que eran leoninos, y que de seguir así serían deudas impagables y llevarían a una quiebra segura a la empresa.

Con la renegociación de contratos de transporte de gas natural, la CFE consiguió tarifas fijas niveladas a través del tiempo con una reducción del 27% respecto a las tarifas promedio de los contratos originales, acuerdos equilibrados sobre casos fortuitos y de fuerza mayor, así como el reintegro del monto que la CFE ya había pagado y eliminación de riesgos financieros (mayor endeudamiento) y presupuestales (mayores subsidios) en los pagos a empresas transportistas.

Reyes Hernández explicó que, de no haberse realizado la extensión del contrato por 10 años adicionales, la CFE hubiera recontratado estos gasoductos en 1926, con una tarifa regulada variable, por el cual pagaría 13,222 millones de dólares, frente a los 11,178 millones de dólares que ya acordaron. Y subrayó que la fiscalización efectuada por la ASF concluyó sin observaciones para la CFE, no encontró evidencia de daño patrimonial a la CFE por la renegociación y sí corroboró un ahorro de 14,000 millones de pesos a la fecha.

También informaron que no aumentará el precio de las tarifas eléctricas, mantendrán el subsidio de tarifa baja hasta que finalice la pandemia del coronavirus, negaron que no respeten los contratos firmados porque en las mismas cláusulas de éstas se establece que son susceptibles a una revisión y es lo que hacen.

“Los neoliberales acusan que la CFE es una chatarra, que debe desaparecer, que el presidente López Obrador está tirando el dinero. No se pierde ningún dinero, está ayudando al rescate de una empresa que las reformas querían exterminar”, enfatizó Edmundo Sánchez Aguilar, director corporativo de Finanzas de la Comisión Federal de Electricidad.

Los directivos afirmaron que la CFE es una empresa muy sólida, tiene buena calificación en el mercado de valores con la clasificación M-AAA que es la más alta, cumple una función social y nacional porque garantiza la soberanía energética de México, y ahora es una empresa humana porque devolvió sus derechos de jubilación a 45,000 trabajadores de los 95,200 que tienen derechos adquiridos.

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