De prosperar el caso contra un presunto violador de animales, Tekax sería el primer municipio donde se impute el delito de zoofilia en la entidad, y se busque una histórica condena para el agresor.
El alcalde Diego Ávila Romero indicó recientemente que hay tres denuncias ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán tras los hechos de maltrato animal y zoofilia que habría cometido un habitante de la Sultana de la Sierra, apodado “Bon”.
“En dos (de las carpetas de investigación) hemos estado involucrados directamente con asesoría jurídica y coadyuvando con las víctimas para ofrecer medios de prueba. En ambas, estamos tratando de que se establezca el delito de maltrato hacia animal doméstico en la hipótesis o forma de actos de zoofilia como señala el código penal del Estado, para ello se están realizando periciales que puedan corroborar las denuncias, entrevistas de testigos y medios de prueba como los vídeos ofertados”, explicó el primer edil en sus redes sociales.
Ávila Romero también mencionó que la Policía Municipal realiza recorridos de vigilancia en la zona donde habrían ocurrido los actos de zoofilia, como una medida de prevención y seguridad para los vecinos.
Pese a las advertencias de las autoridades e investigaciones en curso, hubo tras los hechos otros casos de agresiones contra animales domésticos.
En un lapso de cuatro meses, de abril a julio, Tekax se situó bajo los reflectores de la opinión pública no solo de Yucatán, sino también de otras entidades, debido a la difusión que por medios digitales se ha hecho sobre los casos de violencia contra animales.
Estos sucesos generaron amplia indignación, al punto que desde otras latitudes se exigía castigo por los hechos registrados en Tekax, particularmente por las presuntas violaciones a animales.
El 5 de abril, la dueña de “Kiara”, una perrita mestiza, denunció el maltrato y agresión sexual de su mascota que rescataron de un predio cercano a la avenida Palmerín, cuyo morador ya había sido señalado por zoofilia.
Con la intervención de testigos y agentes municipales, la mujer logró la recuperación de su mascota.
“Estaba rara, adolorida, no podía moverse”, declaró la propietaria de “Kiara”.
Para el 10 de julio, el mismo sujeto estuvo involucrado en otro escándalo.
La diferencia fue que esta vez había pruebas de los rumores: “Bon” fue grabado en vídeo cuando atacaba sexualmente a “Manchas” en la sala de su vivienda. Los ladridos y chillidos del animal habían alertado a los vecinos.
El escándalo derivó en que un grupo de inconformes y la dueña del can acudieran a rescatar a la mascota a casa del agresor quien, en un arrebato de desesperación por ocultar su fechoría, arrojó a “Manchas” al predio vecino.
Los vecinos fueron apoyados por agentes de la Policía Municipal, pero el sujeto –machete en mano— amenazó con atacar a quien entrara a su vivienda.
En Yucatán nunca se ha condenado a alguien por zoofilia, y son prácticamente nulas las carpetas de investigación abiertas por esta causa, pese a que con relativa frecuencia se ventilan en público supuestas agresiones de este tipo.
Otro caso de maltrato animal en Tekax tuvo lugar el 26 de julio: un tipo ingresó a una vivienda de la colonia San Ignacio y acuchilló a la mascota del hogar, que aún es una cachorra.
En el Código Penal de Yucatán desde 2013 figura un capítulo por “Delitos contra animales domésticos”, y entre las sanciones se establecen penas de 3 a 12 meses de cárcel y de 50 a 100 días de multa (de $4,344 a $8,688).
“Se define como animal doméstico a todo aquél que ha sido criado y acondicionado para la compañía del ser humano en su convivencia diaria. La ley señala que comete el delito de crueldad quien realice mutilación, daño físico o la muerte de un animal sin causa justificada. También se considera maltrato privar a un animal de cuidados básicos como alimento, agua, espacio, cuidados médicos, alojamiento adecuado, abandono y zoofilia”, explica la ley.
Ante los varios casos que han trascendido y quedado impunes en Yucatán, versiones periodísticas consignan que el diputado local Harry Rodríguez Botello Fierro, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), promovería en septiembre próximo, cuando se inicie el tercer período ordinario de la LXII Legislatura, una iniciativa para actualizar la Ley de Protección a la Fauna del Estado, a fin de que las autoridades puedan actuar cuando sorprendan en flagrancia un delito contra animales; actualmente, procede conforme a denuncia.
La violencia contra animales domésticos también ha sacudido a otros municipios, como Kinchil, Motul y Mérida, donde las exigencias de justicia pocos frutos han obtenido.
Luis G., de Kinchil, indicó que su perrita “Nina” fue acuchillada el 28 de julio: la halló asustada y cubierta de sangre. Una vecina es sospechosa pues habría entrado rápidamente a su predio luego de cometer la agresión.
El mismo día, pero en la colonia Villa Magna del Sur, en Mérida, la gatita “Tomasita” también fue víctima de violencia; le causaron serias lesiones en quijada y la dejaron tuerta. En redes sociales, su dueña denunció los salvajes hechos.
Ni los animales silvestres se salvan: un tucán, habitual “paseante” en el fraccionamiento Francisco de Montejo de Mérida, fue ultimado en mayo con un arma de municiones.
La Secretaría de Desarrollo Sustentable presentó denuncia ante la Profepa.
El 10 de junio, fue un venado cola blanca en Umán el que pereció a manos humanas, aunque esa vez no fue por diversión sino por su carne.
Actualmente, activistas y usuarios de redes sociales claman castigos para estos delitos y buscan recaudar 5 mil firmas para que las autoridades den seguimiento y sancionen a los responsables