La construcción de un nuevo sistema de distribución de hidrocarburos de Pemex, a través de ductos en lugar de pipas, busca detener el avance del sector privado en esa área y reducir la posibilidad de la expulsión de la paraestatal de ese mercado, afirma Santiago Casillas Arzac, analista de KPA Energy Solutions, una empresa de consultoría en energía de Ciudad de México.
El lunes 21 de septiembre publicamos que, de acuerdo con ese analista, Pemex proyecta levantar un ducto para transportar gasolina, turbosina y diésel entre Mérida y Cancún con objeto de sustituir el sistema actual de autotanques.
La ejecución de este proyecto, llamado El Peninsular, estará a cargo de Pemex y se desarrollaría a partir de 2022. Consiste en la construcción de una terminal de almacenamiento y despacho en Cancún, así como de un poliducto para conectarla con la otra terminal similar instalada en Mérida y habilitada para almacenar los hidrocarburos que llegan al estado por medio de la terminal marítima en Progreso.
El proyecto prevé reducir los costos asociados al modelo logístico actual, caracterizado por el uso de “pipas” o autotanques, además de mejorar el proceso de abastecimiento de la región y, sobre todo, explica Casillas Arzac, hacer frente a la competencia del sector privado.
Entran las empresas
A partir de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, las actividades de transporte, almacenamiento y distribución del petróleo, petrolíferos y petroquímicos dejaron de estar reservadas al Estado.
Desde 2013 ya se permite la participación de empresas privadas en esas actividades, creando así un esquema distinto de distribución.
Una de las primeras empresas en participar en ese mercado fue Hidrocarburos del Sureste (Hidrosur), que el 24 de noviembre de 2016 recibió por parte de la Comisión Reguladora de Energía, el permiso de distribución número PL/19672/DIS/OM/2016 para la construcción de una terminal de petrolíferos en Progreso. Posteriormente cambió a permiso de almacenamiento de petrolíferos.
Esta terminal es la primera plataforma logística de hidrocarburos de capital privado en México; atiende la demanda en Yucatán y Quintana Roo, lo que la convierte en un competidor directo de Pemex en el suministro de la zona.
La terminal de Hidrosur entró en operaciones en mayo de 2018 con una capacidad de almacenamiento de 450 mil barriles de gasolina, diésel y turbosina, equivalentes a 71.5 millones de litros. Además, brinda el servicio de mezclado y ofrece productos diferenciados.
Las socias de Hidrosur son las empresas comercializadoras Lodemo, CorpoGas y Megasur, que juntas representan el 42% de las ventas de gasolinas y diésel en las estaciones de servicio de la zona.
Mercado
Según estudios de Pemex, esta terminal busca agrupar el 50% de la demanda de Mérida y Valladolid.
Visto esto, para Pemex es urgente avanzar en la construcción del sistema de ductos porque la terminal de almacenamiento de Hidrosur ya compite directamente con su infraestructura de almacenamiento y transporte, advierte Casillas Arzac.
“Además, toda vez que esa empresa pertenece a un importante grupo gasolinero, es factible que dicha terminal capture una parte importante de la demanda de la Península y tenga una ventaja competitiva en costos, al distribuir directamente a las estaciones de servicio desde su planta de Progreso”.
De acuerdo con Casillas Arzac, bajo estas condiciones; es decir, en un escenario en el que Pemex no avance en el sistema de ductos, la paraestatal tendría que ofrecer a sus clientes una tarifa que al menos iguale al costo de la terminal de Hidrosur y afrontar una posible disminución en el uso de su infraestructura, dando como resultado que el valor de negocio de la compañía paraestatal sea negativo.
“Si Pemex, en cambio, construye la terminal de Cancún y los poliductos para unirla con el aeropuerto de esa ciudad y con la terminal en Mérida, la empresa enfrentaría en mejores condiciones a la competencia del sector privado, cuya logística de distribución se realiza vía autotanques”.
De este modo, explica el entrevistado, se evitará que el negocio de la distribución de combustibles de Pemex pierda valor en el tiempo y la empresa se abra a la posibilidad de crecimiento para cubrir las necesidades del mercado.
La probabilidad de que Pemex deje de ser competitivo en el almacenamiento, transporte y distribución de hidrocarburos en la Península, por la presencia de un solvente competidor privado como Hidrosur, obligó a la paraestatal a incluir El Peninsular en la lista de sus ocho “proyectos de valor”, considerados prioritarios, como se desprende del documento “Nuevo plan de negocios de Pemex (2019-2023)”, presentado al Consejo de Administración de esa compañía en julio de 2019.