jueves, marzo 28, 2024

“Lavolpe entró en toalla”: dan amparo a podóloga y reabren caso por acoso

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A Belén le tomó cuatro años, pero ahora, por fin, el proceso judicial que inició en contra de Ricardo Antonio La Volpe en 2014 deberá abrirse de nueva cuenta. En aquel año, Belén denunció al entonces entrenador de Chivas por hostigamiento sexual y atentado al pudor, pero luego de dos años de litigio el Juez Séptimo de lo Penal decretó el auto de libertad a favor de La Volpe por falta de elementos.

Sin embargo, el equipo legal de la trabajadora de Chivas –reinstalada ya en su puesto– fue a juicio de amparo, el cual le resultó favorable el 11 de noviembre de 2019, pues la juez de amparo determinó que no se le juzgó con perspectiva de género y que los datos de prueba presentados sí comprobaban el hecho delictivo.

“Que la Sala responsable no atendió a su obligación constitucional y convencional que tiene de impartir justicia con perspectiva de género porque, a su ver, existían datos suficientes para llegar a la conclusión de que existía una relación asimétrica de poder entre la quejosa y el tercero interesado”.

EL TESTIMONIO

En la resolución del Primer Tribunal Magistrado en Materia Penal, con sede en Zapopan, Jalisco, al que MILENIO-La Afición tuvo acceso, se pone como evidencia clave el testimonio que Belén ofreció al Ministerio Público sobre lo que pasó aquel 18 de abril de 2014.

“Como a eso de las 2:00 dos de la tarde yo estaba en mi consultorio (…) como ya era tarde no había nadie de los jugadores o del cuerpo técnico del club deportivo y fue así en que el señor Ricardo La Volpe entró a mi consultorio, pero cuál fue mi sorpresa que entró solamente con una toalla enredada a la altura de la cintura por lo que yo me sorprendí porque ninguna de las personas que entran a mi consultorio lo hacen con esa vestimenta (…), pero como el señor Ricardo La Volpe es el Director Técnico del equipo de futbol yo quise portarme de una manera profesional y no le dije nada al respecto”.

Después agrega:

“Al final de sesión de todos los pacientes se les da un masaje en los pies (…) me llevó en aplicarlo entre 20 veinte minutos a 30 treinta minutos (…) y le dije que la sesión ya había terminado y el señor La Volpe en ese momento se levanta la toalla aún más de donde la tenía y ésta queda de tal forma que su pene quedó sin cubrir por la toalla y me dijo “MASAJÉAME MAS ARRIBA” encontrándome yo frente a él, a lo que le contesté que no hacía masajes, para ello se encontraban los masajistas (…) me dijo ¡“QUE TE DA MIEDO”! y yo le volví a repetir que ya había terminado con mi labor y lo que hice fue caminar detrás del sillón podológico (…) yo estaba muy nerviosa, también me encontraba muy desesperada porque no se (…) en ese momento decidí salirme del consultorio (…) por lo que tuve que pasar al costado izquierdo del señor (…) siento un agarrón en una filipina médica y volteó y me doy cuenta de que el señor me estaba agarrando y ahí es cuando observo que me tenía sujetada con su mano izquierda y me encontraba agarrando por la espalda jalándome de la ropa y me jaló para acércame hacía con él y con su mano derecha agarró mi mano derecha y me dijo: ¡”TÓCAME, TÓCAME O QUE TE DA MIEDO”! (…) logró que mi mano derecha rozara su pene ya que como él es más fuerte y yo no pude oponer tanta resistencia (…) en todo momento le decía que me soltara pero no lo hacía hasta que yo logré zafarme (…) se levantó del sillón podológico, se acomodó la toalla (…) volteó hacia mí y me dijo “TODO BIEN”, pero como yo estaba muy nerviosa ya no quise contestarle, y después de esto se retiró del lugar”. Días después Belén se lo contó a sus superiores, quienes le brindaron todo el apoyo; luego el propio La Volpe trató de solucionar el problema “El día jueves 24 veinticuatro de abril (…) yo estaba en mi consultorio y en eso se metió al mismo el señor La Volpe y cuando se encontraba ya adentro éste cerró la puerta sin que le haya puesto seguro (…) y me dijo “PERDONARME, ESCUCHAR, TENGO FAMILIA QUÉ QUIERES, QUÉ OCUPAS, PERO DI QUE NO ES VERDAD QUE TODO ES UN CHISMERÍO” y yo le dije que me disculpara que si él tenía hijas, imagine usted la impotencia de mi papá, y el señor La Volpe me dijo “POR FAVOR DI QUE TODO ES UN CHISMERÍO, SI YO SIGO TE VOY AYUDAR” yo le dije que no necesitaba eso, y el señor insistió en decirme que dijera que es mentira”.

Después de ese encuentro, la trabajadora relata que se sintió muy presionada, pero decidió acudir con las autoridades. Ahora, después de que la defensa de La Volpe acudiera al recurso de revisión al fallo del juicio de amparo, el Tribunal Colegiado determinó que no procedía se debe abrir nuevamente este proceso.

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