El candidato de la coalición Morena, PT y Partido Verde a la gubernatura de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, ha generado una controversia de alcance nacional al designar al exfiscal chapulín Héctor Cabrera Rivero como su principal asesor en seguridad. Esta decisión ha levantado la ceja de muchos, dada la notoria discrepancia del hasta hace unos meses prominente militante de Movimiento Ciudadano con el actual titular del área, comandante Luis Felipe Saidén Ojeda.
La preocupación se plasmó este sábado, en la sección “Trascendió”, del periódico Milenio:
La preocupación local y nacional no es para menos: “El Huacho” se empeña en obedecer sin chistar las órdenes e imposiciones centrales (incluyendo las de su asesora encubierta, la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco), aunque éstas representen un enfrentamiento con quien ha liderado la lucha contra la inseguridad en el estado durante tres sexenios, dos con gobiernos priistas y uno con panistas, período en el que Yucatán ha sido considerado el estado más seguro del país.
Todos los analistas coinciden en que Díaz Mena quiere imponer en Yucatán un modelo centralista de seguridad pública similar a los de Quintana Roo y Campeche, donde los gobiernos locales de Morena imponen mandos policíacos que se ajustan a los oscuros vínculos del partido de Andrés Manuel López Obrador con el crimen organizado.
La designación de Díaz Mena de un asesor que ha sido crítico del trabajo de Saidén Ojeda ha generado interrogantes sobre el futuro de la seguridad en Yucatán. Desde diversos sectores se cuestiona el motivo detrás de la decisión del candidato, ya que pareciera contradecir los avances alcanzados en los últimos 18 años en materia de seguridad en el estado.
“¿Por qué El Huacho se empeña en querer destruir lo que se ha construido en 18 años?“, se preguntan analistas y periodistas desde el ámbito político y social. Esta designación plantea incertidumbre sobre el rumbo que podría tomar la estrategia de seguridad en Yucatán en caso de que Díaz Mena resulte electo como gobernador.
En términos políticos, Héctor Cabrera engrosa el movimiento chapulín de Morena en Yucatán, pues aunque tiene su ADN priista, hace tres años formó parte de la planilla de Víctor Cervera Hernández a la alcaldía de Mérida por Movimiento Ciudadano, pero en esta elección se presenta como morenista.
Su paso por el aparato de seguridad de Yucatán está manchado. Como fiscal, no se olvida el expediente que fabricó contra Emma Gabriela Molina Canto, quien a la postre fue víctima mortal de un feminicidio orquestado por su exmarido, el poderoso político tabasqueño Martín Alberto Medina Sonda, un triste capítulo que manchó de sangre a la pacífica sociedad meridana.
La campaña de Morena a la gubernatura de Yucatán recibió las primeras muestras de rechazo social: La comunidad empresarial yucateca declinó asistir ayer viernes, a la unción de Cabrera Rivero como el asesor de seguridad, en un acto público al que convocó “El Huacho”.
